La climatología ha determinado no solo el tipo de cultivo e incluso la ganadería que el suelo leonés puede soportar, sino también las producciones y los rendimientos anuales de los mismos. Los avances técnicos en cuanto a mejora de semillas certificadas y las técnicas de regadío, así como los abonados químicos, han alterado estos índices que de otro modo serían completamente dependientes de los factores ambientales. Esto no quiere decir que el campo sea inmune al clima, pues le afecta seriamente con cuestiones como sequías, granizadas, heladas o periodos de fuertes lluvias que causan daños cuantiosos. Aunque la cuestión que más flota en el ambiente y no solo en el mundo rural es si el clima realmente está cambiando y hacia qué. Datos ecológicos como los anillos de troncos de árboles nos hablan de cómo ha podido evolucionar el clima en el tiempo, aunque sin datos precisos ni completamente fiables. El problema de las mediciones climáticas es que de modo efectivo y exacto se lleva